F. M. Shakil.
Ilustración: Zeinab al-Hajj para Al Mayadeen English
10 de agosto 2025.
Uzbekistán, Afganistán y Pakistán acaban de firmar el acuerdo para la construcción del ferrocarril transafgano, con un coste de 4800 millones de dólares, cuyo objetivo es reducir los costes comerciales hasta un 40 % y conectar Asia Central con los puertos del mar Arábigo. ¿Funcionará o seguirá siendo un sueño?
El reciente impulso al proyecto del ferrocarril transafgano ha facilitado la conexión por tierra entre Uzbekistán, Pakistán y Afganistán.
En una ceremonia de firma celebrada en Kabul el 17 de julio, los tres países finalmente acordaron la construcción de este corredor vital, lo que supone un gran paso adelante.
Como resultado de su acuerdo sobre el trazado, los tres países comenzarán ahora un estudio de viabilidad para el enlace ferroviario Naibabad-Kharlachi. Este proyecto conectará Peshawar, Tashkent y Kabul y, en última instancia, se ampliará hasta los puertos de Gwadar y Karachi. Se estima que el coste final del proyecto ascenderá a 4800 millones de dólares.
El viceprimer ministro Ishaq Dar, junto con el ministro de Ferrocarriles y altos funcionarios, viajó a Kabul para participar en una reunión trilateral sobre la reciente expresión de la intención de Pakistán de acelerar la finalización del corredor ferroviario Uzbekistán-Afganistán-Pakistán (UAP).
Plan para unir regiones
El enfoque de Uzbekistán hacia Afganistán no es solo una mano tendida para el socorro y el comercio, sino un audaz plan para remodelar el panorama de la integración regional.
La joya de la corona de esta agenda es el ferrocarril Uzbekistán-Afganistán-Pakistán, conocido como el Corredor Transafgano. Esta línea ferroviaria está lista para ponerse en marcha, conectando Asia Central con los bulliciosos puertos de Karachi y Gwadar, en Pakistán, a orillas del mar Arábigo, atravesando Afganistán.
En mayo de 2023, Uzbekistán desplegó la alfombra roja para una oficina de proyectos destinada a dirigir la construcción del ferrocarril en Tashkent, con sucursales en Kabul e Islamabad.
En julio se fijó el trazado definitivo, Termez-Naibabad-Logar-Kharlachi, y en agosto llegaron los primeros vagones de mercancías a la estación de Naibabad, renovada por Uzbekistán, lo que supuso un gran avance en la conectividad regional. El año pasado, Uzbekistán firmó un acuerdo con Afganistán y los Emiratos Árabes Unidos para iniciar un estudio de viabilidad del ferrocarril Uzbekistán-Afganistán-Pakistán.
Con el inicio de las obras previsto para este año, se prevé que la línea ferroviaria, que se extenderá a lo largo de 648 kilómetros y tendrá un coste de entre 4800 y 6000 millones de dólares, esté terminada en un plazo de cinco años.
Se espera que este corredor ferroviario reduzca los costes de transporte hacia y desde los puertos del océano Índico cuando entre en funcionamiento.
El recorte será de entre un 30 % y un 40 %. Cuando entre en funcionamiento en 2030, el volumen anual de mercancías podría dispararse hasta los 22 millones de toneladas, alcanzando los 34 millones de toneladas en 2040. Afganistán se encargará de más del 20 % de este volumen.
Interacciones comerciales regionales
Uzbekistán, Afganistán, Pakistán, China y Rusia tenían conexiones comerciales inclusivas entre sí. En los últimos años, el volumen del comercio bilateral de Uzbekistán con Afganistán ha ido en aumento, creciendo de forma constante con el paso del tiempo.
Las cifras proporcionadas por el Ministerio de Inversión, Industria y Comercio de Uzbekistán muestran que Afganistán se ha convertido en el quinto mercado de exportación más importante de Uzbekistán.
En 2023, el comercio bilateral alcanzó la impresionante cifra de 866 millones de dólares. En 2024, se disparó hasta los 1100 millones de dólares, gracias a las exportaciones uzbekas. Ambos países esperan aumentar esta cifra hasta los 3000 millones de dólares en un futuro no muy lejano.
Del mismo modo, Pakistán está interesado principalmente en mejorar sus conexiones con Asia Central por razones geopolíticas y económicas. Algunos ejemplos de ello son la posibilidad de alianzas energéticas, la ampliación del comercio y la entrada en nuevos mercados.
Pakistán tiene previsto aprovechar su ubicación estratégica para abrir oportunidades comerciales y de tránsito con los países de Asia Central y más allá, especialmente a través de iniciativas como el Corredor Económico China-Pakistán (CPEC).
Del mismo modo, las últimas cifras de la Administración General de Aduanas (GTU) de China revelan que las exportaciones de Pekín a Asia Central alcanzaron aproximadamente 286 420 millones de yuanes (39 930 millones de dólares) en el primer semestre de 2025, lo que supone un nuevo récord en comparación con los periodos correspondientes de años anteriores.
En los primeros cinco meses de este año, China ha abierto ampliamente su cartera, importando productos agrícolas de los cinco países de Asia Central por valor de 4360 millones de yuanes, lo que supone un considerable aumento del 26,9 % en comparación con el año pasado.
Entre ellos, las importaciones de semillas de lino de Kazajistán se dispararon un 202,1 %, las de pasas de Uzbekistán florecieron un 153,7 % y las de miel de Kirguistán experimentaron un aumento asombroso de 10,9 veces.
Sin duda, el establecimiento de un corredor ferroviario fiable mejoraría la competitividad de China al facilitar un transporte de mercancías más fluido y económico desde los Estados de Asia Central.
Apreciaciones de los círculos políticos y comerciales
Sin embargo, los legisladores de Peshawar están mostrando su escepticismo sobre la viabilidad del proyecto, dada la difícil situación financiera actual de Islamabad. Quedan en el aire preguntas sobre si el establishment pakistaní puede realmente trazar su rumbo y poner el bienestar económico de los ciudadanos de a pie en primer plano.
Según las palabras del exsenador y líder del Partido Popular de Pakistán (PPP), Zahid Khan, esta iniciativa es más bien una quimera y probablemente seguirá siendo un sueño lejano hasta que Pakistán tome el toro por los cuernos y elabore unas políticas económicas adaptadas a sus circunstancias regionales únicas.
Khan declara a Al Mayadeen English:
Estos proyectos no son más que cortinas de humo para desviar la ira del público de la cruda realidad, especialmente cuando la economía pende de un hilo y las masas salen a la calle para expresar su descontento por el aumento vertiginoso de los precios de los alimentos y las facturas de electricidad infladas».
Khan subraya además que la reputación de Islamabad se vio afectada cuando retiró su apoyo al proyecto del gasoducto Irán-Pakistán (IP) y dio la espalda a las importaciones de petróleo crudo de Rusia, todo ello mientras la nación con armas nucleares se enfrentaba a una crisis energética.
En una entrevista para Al Mayadeen English, Zia Ul Haq Sarhadi, director y coordinador de la Cámara de Comercio e Industria Conjunta de Pakistán y Afganistán (PAJCCI), señaló que toda la artillería pesada del sudeste asiático y Oriente Medio (Asia occidental) que se está alineando con Asia Central y el Cáucaso depende de Afganistán y Pakistán.
Si logran atar los cabos sueltos de la línea ferroviaria transafgana, será un verdadero punto de inflexión para una Eurasia unida. Es urgente que los países de la región se suban al carro de este nuevo corredor y dejen de lado sus reservas. Es fundamental abordar sus preocupaciones y aclarar los hechos para garantizar que este enlace ferroviario se convierta en un componente vital del comercio regional, uniendo a China, Irán, Pakistán, Rusia, Afganistán y los países de Asia Central, añadió.
¿Quién se atreverá?
El proyecto del ferrocarril transafgano se enfrenta a importantes retos financieros debido a la incapacidad de una sola entidad para satisfacer los requisitos, que ascienden a varios miles de millones de dólares.
En 2020, los tres grupos se dirigieron conjuntamente a instituciones financieras internacionales y a la Corporación Financiera Internacional para el Desarrollo (DFC) de Estados Unidos para solicitar financiación para el proyecto.
Sin embargo, surgieron cifras contradictorias que llamaron la atención sobre las dificultades financieras: Tashkent estimó 4,6 millones de dólares, mientras que Islamabad habló de una cifra considerable, 8000 millones de dólares.
Los talibanes tienen múltiples objetivos al acercarse a Rusia y Kazajistán, uno de los cuales es mejorar la conectividad regional a través del proyecto del ferrocarril transafgano.
Además de sentar las bases para estrechar los lazos entre estos Estados, esta iniciativa acerca a Kabul a los rentables mercados de exportación de Asia Central.
Traducción nuestra
*F.M. Shakil es un escritor paquistaní que cubre temas políticos, medioambientales y económicos, y colabora habitualmente con Akhbar Al-Aan en Dubái y Asia Times en Hong Kong. Escribe extensamente sobre las relaciones estratégicas entre China y Pakistán, en particular sobre la Iniciativa del Cinturón y Ruta de la Seda (BRI), un proyecto de Pekín valorado en un billón de dólares.
Fuente original: Al Mayadeen English
