Lorenzo Maria Pacini.
Foto: Vista general de los participantes en la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) celebrada en Tianjin, China, el lunes 1 de septiembre de 2025. (Sergei Bobylev, Sputnik, Kremlin Pool Foto vía AP Foto)
02 de septiembre 2025.
Desde el punto de vista geográfico y geopolítico, la OCS está creando gradualmente un cordón protector alrededor del Rimland frente al Heartland.
Dando forma al mundo de nuevo
Desde sus orígenes como puerto clave en el Gran Canal hasta su estatus actual como metrópolis cosmopolita, donde los edificios coloniales conviven con modernos rascacielos y distritos tecnológicos de vanguardia, Tianjin es una ciudad en constante transformación.
Pilar de la estrategia de integración Pekín-Tianjin-Hebei, hoy en día es un centro global para la innovación, el comercio y la implementación concreta del “Espíritu de Shanghái”.
La cumbre de la OCS de 2025 será crucial para dar forma al mundo en los próximos años.
La OCS es una organización intergubernamental regional fundada en 2001 en Shanghái por China, Rusia, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán. Sin embargo, sus raíces se remontan al “Grupo de Shanghái”, creado en 1996 con el objetivo inicial de resolver cuestiones de seguridad y fronteras entre China y los Estados postsoviéticos de Asia Central.
A lo largo de los años, la OCS se ha transformado gradualmente de un foro de cooperación regional en una plataforma multilateral de base amplia, activa no solo en el ámbito de la seguridad, sino también en los ámbitos económico, cultural y energético.
El espíritu de Shanghái se basa en la confianza mutua, el beneficio mutuo, la igualdad, el respeto por la diversidad cultural y la búsqueda del desarrollo compartido.
Este enfoque la ha convertido en una entidad única en la escena internacional, una alternativa a los modelos dominantes de las alianzas militares tradicionales o las instituciones económicas lideradas por Occidente.
Este equilibrio entre tradición e innovación sorprende a todos los visitantes, ya que la historia de Tianjin refleja el desarrollo de China a pequeña escala: arraigada en el pasado, pero proyectada hacia el futuro.
En los últimos años, la organización ha experimentado una importante expansión: en 2017, India y Pakistán se convirtieron en miembros de pleno derecho, en 2023 se unió Irán y Turquía, Arabia Saudí y Egipto se convirtieron en socios de diálogo, lo que amplió geográficamente la Alianza y reforzó su peso político.
De hecho, la OCS representa el 40 % de la población mundial y más del 20 % del PIB mundial.
Al mismo tiempo, la OCS ha ampliado sus áreas de actuación. Además de la cooperación en materia de seguridad, se han puesto en marcha iniciativas de integración económica, de infraestructuras y energética, creando áreas de cooperación comercial para el desarrollo de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, así como proyectos de energías renovables.
Tianjin está contribuyendo activamente a este proceso: el desarrollo de la energía solar, eólica y de nuevas energías reduce las emisiones y mejora la combinación energética. La plataforma de la OCS está acelerando esta transformación, permitiendo compartir tecnologías verdes y experiencias de proyectos con toda la región.
Ser sede de la cumbre de la OCS es la culminación de este viaje. Es una oportunidad para mostrar los progresos de Tianjin y su compromiso con el “Espíritu de Shanghái” y la cooperación regional. Al promover activamente las iniciativas de la OCS, la ciudad está consolidando su papel como puerta de entrada global y motor de un futuro más próspero, sostenible y multipolar.
La OCS funciona y lo está demostrando al mundo entero.

Todo bajo el cielo
El espíritu de Shanghái, esta vocación por un futuro común próspero y pacífico, tiene su origen en uno de los conceptos fundamentales de la tradición china: Tianxia (天下).
Tianxia significa literalmente “todo bajo el cielo” y no es solo una noción geográfica, sino una visión del mundo y de las relaciones internacionales.
En la antigua China, Tianxia se refería al mundo conocido, pero también a un orden político y moral basado en la armonía y la jerarquía. El reino del emperador no solo se consideraba un Estado entre otros, sino el centro civilizador en torno al cual se organizaba toda la humanidad. Por eso China era el “Reino Medio”, entre el Cielo y la Tierra.
Tianxia es también una comunidad moral universal. Los pueblos vecinos podían formar parte de este orden reconociendo la supremacía ritual y simbólica del emperador, sin estar necesariamente gobernados directamente por él.
En la práctica, el sistema tributario chino —mediante el cual los estados vecinos aportaban regalos a cambio de reconocimiento y ventajas comerciales— encarnaba Tianxia como una forma de relaciones internacionales basada en la deferencia y la reciprocidad.
Con la dinastía Zhou (siglos XI-III a. C.), Tianxia se vinculó a la cosmología confuciana y al concepto de la justicia moral del soberano. A lo largo de la historia imperial, especialmente durante las dinastías Han, Tang y Ming, Tianxia se convirtió en el marco a través del cual China interpretaba sus relaciones con otros pueblos, distinguiendo entre los «civilizados» (los que aceptaban el orden sinocéntrico) y los «bárbaros» (los que permanecían fuera de él).
Tianxia es, a todos los efectos, un modelo alternativo al modelo westfaliano de relaciones internacionales, basado en Estados-nación competidores.
Tianxia representa la sabiduría asiática, un sistema brillante e inclusivo que puede aplicarse a escala mundial, en el que los conflictos se superan mediante la integración y la responsabilidad compartida, no la hegemonía.
Por eso la OCS puede hacer grandes cosas.
Multilateralismo, nena.
El vínculo entre Tianjin y la misión de la OCS es profundo. China ha puesto en marcha los Talleres Luban —que ahora cuentan con 36 sedes en 30 países—, centros de formación profesional en el extranjero que difunden conocimientos y forman a nuevas generaciones de trabajadores cualificados en los países miembros, promoviendo el desarrollo local y encarnando el principio fundamental del Espíritu de Shanghái: el beneficio mutuo.
En 2024, la iniciativa recibió el Premio Mundial de Educación Profesional y fue descrita por los medios de comunicación internacionales como “el centro tecnológico de la marca educativa líder a nivel mundial”.
El puerto de Tianjin, el principal puerto del norte de China y centro estratégico de la Iniciativa de la Franja y la Ruta es el corazón del comercio con los países de la OCS.
Su eficiente apoyo logístico integra los flujos económicos. El compromiso de la OCS de facilitar el comercio, mejorar las infraestructuras (ferrocarril, carreteras, energía) y crear plataformas de inversión refuerza directamente a Tianjin, aumentando el tráfico, el atractivo y la influencia internacional.
La Zona de Demostración de Cooperación Económica y Comercial Local entre China y la OCS, situada en Tianjin, ofrece oportunidades sin precedentes. Sirve de trampolín para que las empresas locales entren en los mercados de la OCS, promoviendo la modernización industrial y la optimización económica a través de colaboraciones concretas.
En un contexto global incierto marcado por los desafíos al multilateralismo, la OCS está cobrando cada vez más importancia.
Ofrece a los países del Sur global un modelo alternativo: la cooperación basada en la consulta, la contribución común y los beneficios compartidos, oponiéndose al unilateralismo y al proteccionismo.
La vocación práctica de la OCS —desde la integración económica hasta la cooperación en materia de seguridad y los intercambios culturales— también proporciona valiosas ideas para la gobernanza global.
El “espíritu de Shanghái” aporta principios nuevos y constructivos al diálogo internacional que no pueden ignorarse, sobre todo porque China está demostrando, y no solo hablando, y esto vale más que cualquier doctrina o teoría.
La reciente incorporación de importantes países de Oriente Medio confirma la expansión de la organización y su capacidad única para conectar diferentes intereses, ofreciendo amplios mercados, perspectivas de cooperación sin precedentes y mecanismos de seguridad cruciales para la estabilidad regional.
Desde el punto de vista geográfico y geopolítico, la OCS está creando gradualmente un cordón protector alrededor del Rimland frente al Heartland, y aún más, porque están protegiendo todos los Heartlands posibles en el contexto multipolar.
Este es el caso, nos guste o no. Y el Occidente colectivo deberá tenerlo en cuenta.
Traducción nuestra
*Lorenzo Maria Pacini es Profesor asociado de Filosofía Política y Geopolítica, UniDolomiti de Belluno. Consultor en Análisis Estratégico, Inteligencia y Relaciones Internacionales.
Fuente original: Strategic Culture Foundation
